Madrid, 5 de mayo de 2025.- El sector público estatal español ejecutó en 2024 la mayor cifra de la historia en Investigación, Desarrollo, Innovación y Digitalización (I+D+I+d): 13.606 millones de euros, casi 2.500 más que el año anterior. El de 2024 fue el segundo mayor presupuesto de la historia destinado a estas partidas: 19.933 millones de euros. El 64%, procedieron de fondos europeos
Next Generation.
La combinación de un presupuesto ligeramente más bajo (unos 547 millones de euros menos que en 2023) y una ejecución superior, permitió que la tasa de ejecución creciera el año pasado del 54,9% al 68,3%. Quedaron sin ejecutar 6.327 millones de euros, un 54%, de origen europeo. La normativa comunitaria permite que estos fondos no ejecutados puedan aplicarse en ejercicios posteriores.
El
análisis de la política de gasto de I+D+I+d, conocida como política 46, que realiza la Fundación Cotec cada año, parte de los datos publicados por la Intervención General del Estado. Los buenos resultados son posibles gracias al enorme impulso de los fondos europeos
Next Generation. Por segundo año consecutivo, la mayor parte de los recursos disponibles tuvieron origen europeo (y no nacional). Y, por cuarto año consecutivo, los fondos no reembolsables (subvenciones) han superado a los reembolsables (créditos). El análisis completo y las gráficas interactivas ya están disponibles en cotec.es
Los fondos europeos ya representan el 63,8% del presupuesto total para I+D+I+d, frente al 36,2% de origen estatal. Este cambio estructural se ha consolidado progresivamente desde 2021, cuando los fondos europeos
NextGen comenzaron a incorporarse a los presupuestos públicos. Si aquel primer año representaban un 38,7% del total, su peso ha ido aumentando de forma constante hasta superar con claridad a la financiación nacional, desde 2023.
Mientras tanto, el peso relativo de los recursos de origen nacional se ha reducido de forma sostenida. En comparación con 2021, la financiación estatal ha perdido más de 25 puntos porcentuales en su participación sobre el total.
Los fondos disponibles de origen nacional también han aumentado, pero lo han hecho en menor medida. En concreto, desde 2021 el presupuesto se ha incrementado en 7.184 millones de euros, la mayor parte de estos recursos adicionales son de origen europeo (6.291M€), y una parte más pequeña de origen nacional (893 M€).
Más allá de lo cuantitativo, la entrada de un volumen tan relevante de recursos europeos conduce a cambios cualitativos en la composición del presupuesto. El análisis de Cotec incluye datos sobre dicha composición según el origen de los fondos, por el tipo de gasto y por la tasa de ejecución presupuestaria, tanto del gasto financiero (créditos), como del no financiero (subvenciones). Incluye, además, la evolución de los últimos años de todos estos indicadores.
MEJORAN LAS TASAS DE EJECUCIÓN PRESUPUESTARIA
En 2024, se registró una mejora muy significativa en las tasas de ejecución, tanto del gasto no financiero como del gasto financiero, en la política de I+D+I+d. Ambos tipos de gasto alcanzaron sus mejores resultados desde hace varios años, reduciendo la brecha que los ha separado históricamente.
El gasto no financiero (subvenciones) alcanzó una tasa de ejecución del 72,1%, recuperándose tras el mínimo registrado en 2023 (61,3%), aunque aún lejos de los niveles superiores al 90% que fueron habituales hasta 2020.
La evolución más llamativa, no obstante, se produjo en el caso del gasto financiero (créditos), cuya tasa de ejecución subió hasta el 64,1%. Se trata no solo de un avance de más de 21 puntos respecto al dato de 2023 (42,7%), sino también de la mejor tasa de ejecución presupuestaria del gasto financiero desde 2010, cuando se situó en el 70,7%.
FUTURO INCIERTO PARA LA FINANCIACIÓN PÚBLICA DE LA I+D+I+D
El análisis de Cotec advierte de que ha sido necesario esperar 13 años (y disponer de fondos europeos) para que España consiga superar los anteriores niveles máximos de recursos presupuestados y ejecutados para I+D+I+d, alcanzados en 2009.
La Fundación recuerda además que los fondos NextGen estarán disponibles durante un periodo limitado de tiempo, de modo que, si se quiere dar cumplimiento a los objetivos marcados por el Gobierno, será necesario reemplazarlos, bien por otro eventual futuro mecanismo de financiación europeo, o bien por otros fondos de origen nacional.
En este contexto, la actualización del Programa de Estabilidad 2023-2026, presentado por España a la Comisión Europea, genera dudas importantes. En realidad, España prevé destinar en 2026 a las actuaciones de carácter económico (entre ellas, la política de gasto 46) una fracción de su PIB incluso menor que antes de la pandemia, por lo que no parece que se vaya a poder contar con suficientes recursos públicos adicionales para sustituir los actuales fondos europeos.