Designplast, una consultoría catalana, asesora a las empresas para reducir costes en la fabricación de sus productos gracias a la optimización y al rediseño.
En el año 1992 en la pequeña localidad de Vic (Barcelona) Ramon Castells fundó Designplast como empresa de diseño de moldes de inyección de plástico. Con los años y la incorporación de las nuevas generaciones, el negocio se redirigió y su actividad principal pasó a ser la del diseño de producto y la del asesoramiento a empresas que necesitaban reducir costes en sus productos.
Con toda la experiencia adquirida en el sector industrial durante estos más de treinta años, Designplast ha desarrollado un método de trabajo que permite a las empresas optimizar los recursos.
Para poder ofrecer un servicio de diseño que consiga reducir costes en el momento de la fabricación, el equipo de ingenieros de Designplast empieza a trabajar las necesidades de diseño y de costes des del concepto. Gracias a un amplio conocimiento en el sector industrial y en especial el plástico, la empresa catalana diseña pensando en la futura fabricación. La clave para conseguir una producción económica recae en un buen diseño que tenga en cuenta la complejidad de los utillajes y el montaje. Un diseño pensado en un montaje ágil y con reducción de referencias, beneficia mucho el precio del producto.
La optimización en la que trabaja Designplast, no solamente se basa en términos económicos sino también de sostenibilidad. La unificación de piezas y de materiales hace que se optimicen los recursos energéticos y se facilite el reciclaje, además de un alargamiento de la vida útil del producto. Como consultoría especializada en la optimización del diseño, Designplast también ofrece a sus clientes, proyectos llave en mano. De ese modo, la ingeniería es la que gestiona toda la producción y entrega el producto terminado a su cliente.
En su página web (
www.designplast.cat) se pueden encontrar todos los servicios que Designplast ofrece. Su intención es dar el mejor servicio y más personalizado al cliente. Lo más valioso es que el cliente entre en su oficina con una idea y salga con el producto finalizado, sin complicaciones y los problemas resueltos.