¿Habla la Biblia sobre el cambio climático y nuestro inmediato futuro?
"¿Cómo? ¿Otro [artículo] sobre el calentamiento global? ¿Acaso ya no hay bastantes?"
Estas palabras, entresacadas del del libro de James Lovelock, La venganza de la Tierra[1], tal vez bastarían para clicar sobre otro tema y desentendernos de este porque, es verdad, son muchos los que opinan que el tema empieza a estar ya muy manido. No obstante, hay varias razones para no mover el ratón tan deprisa:
Una: James Lovelock es autor de centenares de artículos científicos y una de las figuras más influyentes del movimiento ecologista. Si a él le sumamos otras voces reconocidas en nuestro país, como Miguel Delibes, que dijo: “El calentamiento de la Tierra es la fiebre de un planeta enfermo”, frase que su hijo, el biólogo Miguel Delibes de Castro, refrendó en uno de los múltiples comentarios recogidos en el libro La Tierra herida[2], es evidente que estamos ante advertencias que merecen nuestra atención.
Otra: Las consecuencias del cambio climático parecen cada vez más fehacientes. Por ejemplo:
Cada vez hay más olas de calor, sequías, tormentas y otros sucesos climáticos extremos que han causado más inundaciones e incendios forestales.
El hielo del Ártico y los glaciares se están derritiendo.
El nivel del mar está aumentando.
Hechos tan significativos como estos son para no desoírlos, pues parecen una señal roja intermitente que nos anuncia un grave peligro. Como dijo The New York Times: “El planeta está enviando un SOS”.
Y una tercera: ¿Tiene todo esto algo que ver con alguna profecía de la Biblia? La Biblia predijo que habría un momento en la historia en el que los humanos estarían a punto de acabar con la Tierra. ¿Es este? ¿Es ahora? Lea en el siguiente enlace el enfoque que la Biblia ofrece sobre este tema: