Nota de Prensa
21 ene 2021
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Magdalena Kusserow estuvo desde su temprana adolescencia dedicada a la difusión de sus convicciones religiosas como miembro de los Testigos Cristianos de Jehová, confesión religiosa a la que pertenecía
Magdalena Kusserow de Reuter, superviviente de los campos de concentración durante el régimen nazi.
En 1941, a los 17 años de edad, fue arrestada y retenida en prisiones juveniles hasta los 18 años, por negarse a prestar su apoyo al régimen nazi. «Nuestra postura frente al nazismo era innegociable: Obediencia al ordenamiento jurídico, pero lealtad únicamente a Dios, razón por la cual era impensable compartir ni apoyar en modo alguno una ideología como aquella, brutal, inhumana y voraz», declaró. «Con el paso del tiempo, la Gestapo registraría nuestra casa en muchas ocasiones, y toda la familia, trece en total, contando a mis padres y mis diez hermanos, sufriríamos una angustiosa represión. En 1939 la policía se llevó a mis tres hermanos más pequeños para ‘reeducarlos’ en hogares nazi de acogida, lo cual, gracias a la sólida formación cristiana que habían recibido, fue imposible.
Con todo, se calcula que “uno de cada tres testigos de Jehová murió, por ejemplo, en Sachsenhausen en el invierno de 1939-40”». »En abril de 1941, mientras estaba en prisión por causa de mi negativa a prestar apoyo a la causa nazi, me dijeron que podía irme a casa si firmaba una declaración de renuncia a mi fe. Me negué, y fue entonces cuando me deportaron al campo de concentración de Ravensbrück donde, al año siguiente, enviarían a mi madre y a una de mis hermanas por la misma causa. Estoy convencida de que gracias a la firmeza de nuestros ideales cristianos y, cómo no, a la ayuda de Dios, pudimos permanecer juntos como miembros de una misma confesión, denunciando con determinación ―dentro y fuera de los campos― aquel régimen nefasto».
La historia de esta noble mujer y su familia se halla recogida en muy diversas fuentes. En 1991, la televisión inglesa presentó un documental dedicado a los Kusserow en el programa The Human Factor (El factor humano), bajo el título: Los triángulos púrpura, triángulo con el que se categorizó a los Bibelforscher (los Testigos de Jehová alemanes) en el sistema concentracionario nazi.
En su libro La persecución religiosa de los nazi, 1933-1945, John Conway escribió: «Lugar destacado entre los adversarios del nazismo era el que ocupaban los Testigos de Jehová, la mayoría de los cuales (97%) sufrieron mayor persecución que los miembros de cualquier otra iglesia. No menos de un tercio de sus fieles habían de perder la vida como consecuencia de su negativa a doblegarse o transigir».
En términos parecidos se expresó Jorge Semprún, quien en su libro Aquel domingo, dijo: «En Buchenwald los Testigos de Jehová fueron especialmente perseguidos. [...] El mando SS intentó hacerles abjurar de sus principios. [...] Ni uno solo de ellos aceptó combatir».
Auschwitz aún nos estremece. Por respeto a los millones que sufrieron en carne propia o ajena aquella inenarrable negación de la naturaleza humana, se impone el deber de recordar. Pero, setenta y cinco años después, ¿habremos aprovechado la lección de la Historia? Los prejuicios e ideas preconcebidas, así como el riesgo de ser víctima de la desinformación son aún hoy moneda de cambio. Y es un hecho, esa deriva puede hacernos retroceder setenta y cinco años, a un recuerdo como el de Auschwitz, que sí, aún nos estremece...
Cercle Européen des Témoins de Jehovah Anciens Déportés et Internés Círculo europeo de antiguos deportados e internados Testigos de Jehová Association régie par la loi du 1er juillet 1901 Adresse postale: B.P. 63, F-92105 Boulogne-Billancourte Cedex En España: Ctra. Torrejón de Ardoz-Ajalvir, km. 5 – 28864 AJALVIR (Madrid) 19 de enero de 2021