• Concebido para mejorar la calidad de vida de las personas con cáncer y su entorno, Kálida Sant Pau se fundamenta en un diseño arquitectónico creado para ofrecer una atmósfera relajada y en la aplicación de un programa asistencial que complementa a los tratamientos médicos hospitalarios.
• Impulsado por la Fundación Kálida*, el centro es un proyecto transformador que inició su andadura en 2008 y que tiene prevista su inauguración durante el primer cuatrimestre de 2018.
• La previsión, a partir del tercer año de funcionamiento, es que puedan beneficiarse de sus servicios hasta 20.000 personas al año.
Barcelona, 27 de abril de 2017.-. Con
Kálida Sant Pau nace un proyecto pionero, único en España, para proporcionar atención a las personas con cáncer. Un espacio en el que bajo un mismo techo encontrarán
soporte práctico, emocional y social, de manera
gratuita y abierta. Esta atención, que complementará sus tratamientos médicos, la recibirán en un espacio acogedor en el que se sentirán acompañadas, informadas y entendidas.
La Fundació Nous Cims* y la Fundació Privada Hospital de la Santa Creu i Sant Pau*, con la colaboración de la Fundació de Gestió Sanitària de l’Hospital de Sant Pau son los impulsores de este centro que forma parte de la red global de Centros Maggie’s*, de la que recibe apoyo y colaboración y en cuya labor se ha inspirado para aplicar de manera local el proyecto.
Al lado de la unidad de oncología
Kálida Sant Pau estará situada a pocos metros del Servicio de Oncología, para que el paciente que salga del hospital -tras recibir el diagnóstico o el tratamiento- no deba desplazarse para recibir información sobre lo que le preocupa o no entiende en ese momento. En Kálida le esperan profesionales -
enfermeras,
psicólogos,
asistentes sociales y
terapeutas-, que le dedicarán el tiempo y la atención necesaria en todo momento,
sin solicitar cita previa y sin necesidad de que le derive un médico.
Kàlida está abierto a cualquier persona con cáncer, sea o no paciente del hospital, a sus familiares y amigos y se configura a partir de
lo que cada persona necesita. En su interior, el usuario podrá relajarse en un ambiente de silencio y tranquilidad o, si lo prefiere, hablar y compartir emociones. Pero si lo que busca es información específica sobre las múltiples preguntas que generara su situación, el equipo de profesionales del centro pone a su servicio un programa de asistencia global, aprobado y supervisado por los equipos médicos del hospital, que mejorará su bienestar y calidad de vida. Todo en un espacio diseñado para que las personas se sientan como en casa.
Comprender y acompañar en un espacio arquitectónico único
Cuando una persona es diagnosticada de un cáncer, a menudo el mundo se hunde a sus pies. A la incertidumbre de lo que ocurrirá en un futuro, puede unirse un sentimiento de fragilidad, desasosiego y temor ante el nuevo escenario.
Para acogerle y asistirle estará Kàlida que lo hará en
un espacio protector, especialmente creado para transformar situaciones de angustia y miedo en procesos de creciente confianza y seguridad.
Diseñado por la arquitecta
Benedetta Tagliabue, directora del estudio EMBT,
confort, intimidad, luz y protección en una
relajada atmósfera doméstica serán las principales cualidades del edificio donde se ubicará Kàlida. La arquitecta, que vivió un proceso de acompañamiento cuando a su marido, el también arquitecto Enric Miralles, le diagnosticaron un tumor cerebral, entiende bien el valor curativo de la buena arquitectura.
Como un
pabellón de jardín en el que los límites entre interior y exterior se desdibujan, el centro Kálida se situará en una parcela entre el nuevo Hospital de Sant Pau y el recinto modernista. Incluirá un edificio de 400 m2 organizado en dos niveles y una zona ajardinada. La planta inferior será un espacio abierto y flexible, proyectado como una secuencia de jardines y patios, donde estará la
cocina, corazón del espacio, además del
comedor, una
biblioteca y una
sala polivalente. Su acceso principal conectará con la unidad de oncología mediante una zona pavimentada.
Un modelo de asistencia psicosocial centrado en la persona
Con una tasa de supervivencia del 65% en Europa, el cáncer se ha transformado en una enfermedad crónica. En Cataluña, 250.000 personas viven con cáncer y se estima que en 2030 esta cifra se habrá duplicado, solo en Barcelona se diagnostican
8.000 nuevos casos al año.
Como resultado del diagnóstico, estas personas afrontan un tratamiento agotador y emociones intensas como ansiedad, soledad, aislamiento o problemas económicos... Actualmente, la mayoría de pacientes oncológicos catalanes requieren mayor atención psicosocial.
De hecho, las necesidades menos cubiertas son las emocionales, solo 1 de cada 10 recibe atención psicológica, la mayoría sufre trastornos adaptativos, el estrés tiene una repercusión muy fuerte en su calidad de vida y el impacto psicológico se extiende a su entorno social más próximo, a sus familiares, cuidadores y amigos.
En Kálida, además de encontrar apoyo psicológico individual o en grupo a lo largo del proceso, les resolverán cuestiones prácticas sobre nutrición, pérdida del cabello, cuidado de la piel, gestión del estrés, relajación o asesoramiento sobre ayudas sociales.
Pero sobre todo encontrarán el
apoyo humano que aportan los trabajadores del centro,
De hecho, las necesidades menos cubiertas son las emocionales, solo 1 de cada 10 recibe atención psicológica, la mayoría sufre trastornos adaptativos, el estrés tiene una repercusión muy fuerte en su calidad de vida y el impacto psicológico se extiende a su entorno social más próximo, a sus familiares, cuidadores y amigos.
En Kálida, además de apoyo psicológico durante el proceso, les resolverán cuestiones prácticas sobre
nutrición,
pérdida de cabello,
cuidado de la piel,
gestión del estrés,
relajación o asesoramiento sobre
ayudas sociales.
que entienden lo que significa vivir con cáncer y forman la comunidad de ayuda y de trasmisión de experiencias alrededor de la mesa de la cocina, el centro neurálgico del edificio.
Kálida Sant Pau forma parte de la red global de centros de la Fundación escocesa Maggie’s*, cuyo programa de atención psicosocial, con evidencia demostrada para complementar el tratamiento médico, ya se aplica desde principios de este año en espacios cedidos por el Hospital.
Un proyecto que crece con la ayuda de todos
Durante estos años, la aportación de muchos pequeños y grandes donantes ha sido fundamental para conseguir arrancar el proyecto, que funciona con total autonomía. Animados por el interés común de mejorar la vida de miles de personas con cáncer, a ellos se han unido profesionales médicos de todos los campos, fundaciones, instituciones y empresas que han dado su respaldo incondicional a la creación del primer centro Kálida en Barcelona.
El Proyecto no ha hecho más que empezar por lo que la Fundación Kàlida invita a la colaboración ciudadana para convertir el primer Centro Kàlida en el hospital Sant Pau en un centro de referencia. Para conseguirlo, quien lo desee puede sumarse a la iniciativa a través de la página web
www.fundaciokalida.org, enviando un electrónico a
hola@fundaciokalida.org o a través de sus perfiles sociales en Facebook (@fundaciokalida) o Twitter (@fundaciokalida).
*
Fundación Kálida, constituida en 2016 por Nou Cims con el objetivo de promover el modelo de Maggie’s en Cataluña.
*Nous Cims es una Fundación catalana creada en 2013 con el objetivo de impulsar proyectos sociales de alto
impacto en los campos de ocupación de jóvenes en riesgo, la lucha contra la pobreza y el campo de la salud, sobre todo en la mejora de la calidad de vida de las personas con cáncer. Nous Cims crea la Fundación Kálida a inicios de 2016.
*La
Fundació Privada de l’Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, en cumplimiento de sus fines fundacionales y a través de su programa de Acción Social e Investigación, lleva a cabo una importante actividad benéfico-asistencial y, además, se ocupa de mantener y mejorar las instalaciones hospitalarias y su patrimonio, especialmente el Recinto Modernista, declarado patrimonio Mundial por la UNESCO.