Después de informar a los lectores de La Vanguardia sobre la actualidad del mundo árabe durante más de 30 años, María Dolores Masana, presidenta de Reporteros Sin Fronteras (RSF) en España, pone su experiencia al servicio de esta organización que denuncia los abusos contra la libertad de prensa y defiende a los periodistas amenazados en todo el mundo.
El sábado 3 de mayo, día internacional de la libertad de prensa, RSF-España presentó su campaña "Última Imagen", en la que se muestra lo que vieron cuatro periodistas instantes antes de ser asesinados. Tres de ellos eran españoles: Ricardo Ortega, Juantxu Rodríguez y Jordi Pujol.
Se muestran los últimos momentos de la vida de un periodista que muere precisamente por ejercer su profesión, porque no quieren que cuente lo que ve.
IP: ¿Las imágenes son reales?
La idea de la campaña parte de las imágenes captadas por Brad Will, un cámara estadounidense de la agencia Indymedia muerto en octubre del 2006 por disparos de las fuerzas antidisturbios mientras filmaba una manifestación en Oaxaca, México. La película que mostramos es la real, lo que la cámara captó en los últimos segundos de su vida, ya herido, mientras seguía grabando. En los otros casos se trata de recreaciones basadas en los hechos reales.
IP: ¿Cómo murieron estos periodistas?
Ricardo Ortega, enviado especial de Antena 3 en Haití, recibió dos disparos en marzo del 2004 mientras cubría una manifestación en Puerto Príncipe. El fotógrafo Juantxu Rodríguez, colaborador de El País, fue abatido a tiros en Panamá en diciembre de 1989, el día en que las tropas de Estados Unidos entraron en el país para derrocar al general Noriega. Jordi Pujol, también fotógrafo, cubría la guerra de Bosnia para Avui, y falleció en Sarajevo en mayo de 1992 por el impacto de una granada contra su coche. En el momento de su muerte intentaba salir de la ciudad y alcanzar la zona de los cascos azules de la ONU.
IP: ¿Se trata de cuatro muertes ocasionales o intencionales?
El periodista se ha convertido en un blanco, un objetivo a batir para las partes en conflicto. No interesa a nadie que se cuente lo que ocurre. El caso de Ricardo Ortega es muy claro: un blanco en medio de una multitud de negros, destacaba. Pero sobre todo destacaba su cámara.
“Los grandes medios sólo informan de los ataques a periodistas occidentales, pero ese porcentaje ahora es mínimo: 55 de los 56 asesinados en Irak el año pasado eran locales”. |
“La mayor amenaza contra la libertad de prensa en el mundo son los Gobiernos y sus leyes”. |
“El asesinato de un periodista es más noticia que el de otra persona, porque siempre tiene un motivo político”. |