Ha fallecido Ramón Rato, accionista de Intereconomía e histórico de la radio española. Su acción ha sido muy eficaz como empresario del mundo de la comunicación española contribuyó a que el panorama mediático nacional representara de modo efectivo la pluralidad existente en el seno de la sociedad. Su fin no fue otro que el fin tan noble de que nadie pudiera quedarse sin representación en el dial. Dicha sintonía llegó a convertirse en la cabecera de todo el grupo de emisoras de Radio Rato, que a su vez daría pie a la madrileña Radio Cristal. Con más de 70 emisoras, su grupo radiofónico sería el embrión de la actual Onda Cero, tras una operación con la ONCE que tuvo lugar recién estrenada la década de los noventa.
16 ene 2012 l Leída 1.225 veces l 3 min l Compartir noticia
Ramón Rato dio exitosa continuidad a la aventura radiofónica comenzada por su padre allá por los primeros años cincuenta, con la compra de Radio Toledo. Sucedió a su padre al frente de los negocios familiares, sobre todo radiofónicos, pero también agroalimentarios, de construcción, inmobiliarios y en otros sectores. Compatibilizó su militancia con la independencia de sus emisoras y se opuso al 23-F. El empresario asturiano es hermano del presidente de Bankia y ex director gerente del FMI Rodrigo Rato y padre de Patricia Rato- falleció el sábado en San Román de los Montes (Toledo) a causa de un infarto, a los 72 años.
Ramón Rato Figaredo estaba casado con Felicidad Salazar-Simpson Bosch, hija de un influyente empresario aragonés del sector del combustible. El matrimonio tuvo cuatro hijos: Patricia (ex mujer del torero Juan Antonio Ruiz Román "Espartaco"), Aurora, Leticia y Ramón.
Tras licenciarse en Derecho por la Universidad de Madrid y cursar un máster en La Sorbona (París), Ramón Rato Figaredo (1940) se incorporó a los negocios paternos a mediados de los años sesenta, tanto al frente del Banco de Siero como de las emisoras de radio, que tenían como cabecera a Radio Toledo.
Desde entonces se implicó también en otros negocios del grupo familiar, que llegó a controlar al menos medio centenar de compañías en sectores muy diversos: Edificaciones Padilla, Construcciones Riesgo, Viajes Ibermar, hoteles en Gijón, Cádiz y otras ciudades, sociedades patrimoniales e inmobiliarias y otras actividades mercantiles.
Involucrado desde adolescente en las inquietudes políticas que alentaba su padre (un conspirador monárquico de derechas pero antifranquista y defensor a ultranza de don Juan de Borbón), Ramón Rato Figaredo se afilió en los años cincuenta a la Juventud Monárquica Española (JUME) y como tal participó en los movimientos por la restauración monárquica.
Aunque nunca abandonó la pasión por la política, acató el diseño dinástico de su padre, según el cual el primogénito debía ser el continuador de su obra empresarial y el gestor del grupo. El viejo Rato Rodríguez San Pedro, que siempre quiso ser ministro de la Monarquía como lo había sido su abuelo, reservó esta aspiración para el menor de sus tres hijos (Rodrigo Rato, 1949), al que impulsó por la senda de la política. La hija, María Ángeles, anticuaria, encarnó la tercera faceta de su padre como amante del arte.
La familia prosiguió con el resto de sus negocios y a fines de los sesenta, Ramón Rato Figaredo se incorporó, siguiendo los pasos de su padre, al comité de la Cadena SER, a la que entonces estaba asociada la Rueda de Emisoras Rato.
A partir de 1972, con la entrada accionarial en Radio Barcelona, la familia, con emisoras entonces en Toledo, Almería, Antequera y Villanueva y Geltrú, amplió su implantación territorial y a la vez emprendió una nueva diversificación empresarial con la entrada entre 1973 y 1974 en el sector agroalimentario: Agua de Fuensanta, vinos y cavas Jaume Serra y Rebecasa, entre otras inversiones.
Ramón Rato, cada vez más volcado en los negocios, no renunció a sus inquietudes públicas y en 1972 participó en la constitución de la junta directiva del Centro de Estudios de Problemas Contemporáneos y en otros cenáculos políticos. En los años setenta acompañó a su padre en reuniones con don Juan en Estoril y también en París. Ramón Rato y su progenitor formaron parte del reducido círculo de allegados que el 22 noviembre de 1975 acompañaron al conde de Barcelona en un acto íntimo cuando el heredero de Alfonso XIII siguió por televisión en París la ceremonia de coronación de su hijo Juan Carlos como Rey de España, con lo que se devolvía el trono a los Borbones pero no a su eterno aspirante.