Hoy se cumplen diez años de aquel 20 de Octubre de 2011. ETA comunicaba el cese definitivo de la violencia. Era la noticia que todo periodista quería publicar, sin olvidar a los 858 muertos, entre ellos José María Portell Manso y José Luís López de Lacalle. Años de amenazas, asaltos a medios de comunicación, ataques a domicilios, paquetes bombas o pintadas que han tenido que leer, sufrir, recibir el ya fallecido José María Calleja, Carlos Herrera, Carmen Gurruchaga, Iñaki Gabilondo, Luis del Olmo o Jesús María Zuloaga. Algunos exiliados de su tierra. Otros en silencio. Y como decía José Ángel Cuerda, ex alcalde de Vitoria- Gasteiz, en el documental "La Pelota Vasca" de Julio Medem, "No se puede pedir objetividad a quien está sufriendo la violencia".
20 oct 2021 l Leída 14.146 veces l 9 min l Compartir noticia
Infoperiodistas. 20 de octubre de 2011.
El 28 de Junio de 1978. ETA mata José María Portell Manso, Director del periódico “Hoja del Lunes” de Bilbao y redactor jefe de “La Gaceta del Norte”. También ejerció como corresponsal en el País Vasco de la agencia Associated Press, la Vanguardia y ABC. En 1977, Portell había sido elegido por el Gobierno, que entonces presidía Adolfo Suárez, como intermediario en una posible negociación con la organización terrorista. Su dedicación permanente al periodismo local le llevó a tratar los temas más conflictivos, no sólo en el campo político, sino en lo social. Durante los años 1970-75, Portell se especializó en ETA y publicó dos libros sobre la banda terrorista.
"La libertad de expresión y de pensamiento son los enemigos de la injusticia y de la violencia. Y eso es por lo que ETA asesinó a José María Portell", subrayó Terry Gould cuando recogía el premio que lleva el nombre del periodista asesinado. "Para José Mari el periodismo era su vida, y por el periodismo perdió la vida", recordaba en ese mismo instante su viuda, Carmen Torres, también del gremio. Gould era reconocido en 2010 por “La muerte de un periodista” en referencia a profesionales que perdieron la vida o que sufrieron amenazas por el desarrollo de su trabajo. En su discurso, Terry también recordó a José Luis López de Lacalle, columnista de El Mundo, acribillado por un terrorista etarra en 2000. "Todos sabían que iban a morir", explicó Gould. "Tenían tres opciones: irse, callarse o continuar con su trabajo. Eligieron continuar".
José Luis López de Lacalle lo sabía. También era uno de los fundadores del Foro de Ermua. ETA publicó en septiembre de 1999 un cartel donde incluía a López de la Calle a quien se le tildaba de “asesino” por la muerte del ex preso etarra Esteban Estaban Nieto. Paradojas de la existencia en Euskadi. Tres meses después, el 27 de febrero de 2000, la vivienda del periodista, situada en Andoain (Guipuzcoa) sufría años por dos cócteles molotov. El 7 de mayo de 2000, por la mañana, cuando venía de comprar los periódicos, la banda asesina a tiros a José Luis López de Lacalle. "Lo iban a matar, lo iban a matar", repetía una y otra vez la viuda, María Paz.
Fernando Rodríguez Espínola, era Guarda Forestal de ICONA. Pero también colaborador de “El Diario Vasco” y de “La Voz de España”. Hace 30 años, Espínola fue tiroteado en un bar de Oyarzun. La banda asesina le acusó, en el comunicado de reivindicación, de ser confidente de la Guardia Civil.
26 de Octubre de 2001. Un terrorista admite que utilizó la revista “Ardi Belza” (Oveja negra) para identificar objetivos, en concreto al director financiero de “El Diario Vasco”, perteneciente al Grupo Correo. Santiago Oleaga Elejabarrieta, casado y con dos hijos no estaba amenazado por la banda. No llevaba escolta. No tenía presente a los terroristas como alguno de sus compañeros en el rotativo. Pero el Comando Donosti si le tenía en mente. Siete balas lo corroboraron el 24 de mayo de 2001.
Ataques y amenazas
No obstante, los ataques y el hostigamiento de ETA y el entorno de la izquierda abertzale a los periodistas es algo viejo. La lista de amenazados o que han sufrido ataques por parte del entorno etarra ha sido muy larga en los últimos años.
José María Calleja, colaborador de “Las Mañanas de Cuatro” y de “Julia en la Onda”, es uno de los “expatriados”. En 1995 una pintada en el portal de su casa decía: “Calleja el siguiente eres tú”. Previamente, el 23 de enero del mismo año, ocurrió el atentado que mató a Gregorio Ordoñez. El ambiente era insostenible. Tras sufrir decenas de amenazas del entorno etarra, el que fuera presentador de los informativos de Euskal Telebista, donde estuvo siete años, se vio obligado a abandonar el País Vasco.
Por su parte, Carmen Gurruchaga, La Razón, sufrió un ataque de artefactos explosivos en su vivienda de San Sebastián en diciembre de 1997. La periodista estaba sola con sus hijos en su casa, mientras los terroristas lanzaron seis aerosoles y dos bombonas de camping-gas. No hubo daños personales, pero sí importantes desperfectos materiales. Tras recibir amenazas de muerte de la banda, también se marchó de su tierra.
25 de abril de 2000. ETA envió un paquete-bomba a Jesús María Zuloaga, subdirector de La Razón y periodista especializado en terrorismo. El bulto fue detectado en la sede madrileña del diario por los servicios de seguridad del periódico. Se trataba de un paquete que llegó en un sobre blanco en cuyo interior se encontraba un ejemplar de la novela «Crimen y Castigo» de Fiodor Dostoievski, en el que habían practicado un agujero, donde introdujeron una caja de Nivea con el explosivo. Jesús María Zuloaga, quien se hallaba de vacaciones, al enterarse, declaró: "A mí, para callarme, me tienen que matar". Afortunadamente no pudieron ni una cosa ni la otra.
El periodista estrella de Onda Cero, Carlos Hererra, trabajaba el 27 de marzo de 2000 en “Buenos Días” de RNE. Conocida es su pasión por los puros. Tanto que la banda quiso “obsequiarle” con un regalo envenenado con 125 gramos de dinamita. Herrera salvo la vida al fallar el mecanismo de detonación del contenido de la caja de Montecristos remitida a su atención en la emisora de Sevilla. Contenía ocho células fotoeléctricas y una pequeña carga explosiva lista para detonar en cuanto se abriera la tapa y se activara un circuito eléctrico fotosensible. “Yo no me siento más amenazado que el resto”, decía poco después.
El cambio de siglo siguió maldito para los periodistas en el País Vasco. El 10 de noviembre del mismo año que Herrera tenía tamaño susto. ETA intenta asesinar a Aurora Intxausti, redactora de El País en San Sebastián, a su marido Juan Francisco Palomo, corresponsal de Antena 3 Televisión y al hijo de ambos, de 18 meses de edad. Los terroristas habían preparado un potente artefacto para que estallara cuando abrieran la puerta de su domicilio. Un fallo en el sistema de activación de la bomba evitó la explosión.
El “Comando Barcelona” tenía pensado atentar el 20 de diciembre de 2000 contra el presentador de “Protagonistas”, Luis del Olmo. 13 Kilos de explosivos en un coche bomba que se averió en la Avenida Diagonal de Barcelona y que iba a ser aparcado al lado de su domicilio. El guardia urbano Juan Miguel Gervilla, resulto muerto al tratar de identificar a los etarras que querían llevar a cabo su plan. «Lo que hubiera dado por no ser noticia...» acertó a decir Luis del Olmo, poco después-.
El periodista José Benigno Rei, más conocido por Pepe Rei, fue detenido por orden de Garzón. Al igual que otros informadores, como Fernando Jáuregui o Carmen Gurruchaga, Luis del Olmo apareció en el vídeo distribuido por la revista dirigida por Rei, Ardi Beltza, la misma cabecera mensual que puso a tiro a Santiago Oleaga. «Adiós, Luis del Olmo», se podía oír en esa película, mientras se contemplaba una imagen del periodista despidiéndose. Esa revista le fue incautada a los integrantes del comando Cataluña que intentaron matar al locutor. «Desde que me vi en ese vídeo me tomé en serio mi seguridad».
14 de mayo de 2001. ETA intenta asesinar al periodista Gorka Landaburu, Delegado de Cambio 16, con un libro bomba. El periodista vasco resultó gravemente herido al explotarle el paquete que le había llegado al buzón de su domicilio en la localidad guipuzcoana de Zarautz. El artefacto le afectó a las manos, cara y abdomen, perdiendo tres dedos de una mano. Previamente también había recibido varios cócteles molotov contra su domicilio, sin conseguir causar daños personales a ningún miembro de su familia. “No es fácil vivir en el País Vasco y ser periodista, como no lo es para mucha gente, para todos los que están amenazados” añadía Gorka en una entrevista en 2002
Periodistas por la libertad, ETA no.
En junio de 2001, y con Landáburu aún convaleciente, organizaciones representativas del periodismo español y extranjero se manifestaron a favor de la libertad de expresión y contra ETA. Allí estuvieron la Federación de Asociaciones de la Prensa, el Club Internacional de Prensa, la Asociación de Corresponsales de Prensa Iberoamericana, la Asociación de Periodistas Árabes, la Confederación de Sindicatos de Periodistas, Periodistas sin Fronteras, la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión, la Asociación de Editores de Diarios Españoles o los sindicatos UGT y CCOO. Un cartel firmado por las 36 organizaciones proclamó: “Periodistas por la libertad, Eta no”. “Por mucho que asesinen y traten de imponerse por el terror, los profesionales de los medios de comunicación defenderemos la libertad de expresión que tanto ha costado conseguir en este país” se pudo oir en el manifiesto final. También se leyó una carta de Landáburu.
No sirvió de nada. Incombustibles en su ira contra los medios de comunicación, nueve meses después la banda terrorista lo intenta de nuevo. Envía tres paquetes-bomba a directivos de medios de comunicación del País Vasco. Uno de los destinatarios de los envíos era Enrique Ibarra, vicepresidente del Grupo Correo, el segundo de los paquetes estaba destinado al director de Radio Nacional de España en el País Vasco, Santiago Silván y el tercero a Marisa Guerrero, delegada de Antena 3 en Euskadi. La Ertzaintza desactivó los artefactos que contenían cada uno de ellos 150 gramos de dinamita.
Probablemente uno de los documentales españoles más controvertidos de la historia vio la luz en 2003. Se trataba la “Pelota Vasca” del director Julio Medem. Participaron varios periodistas, entre ellos el amenazado Iñaki Ezkerra, quien afirmaba que “Aquí no se está debatiendo un problema de nacionalismo y no nacionalismo, sino de civilización o barbarie”. O Iñaki Gabilondo, ex director de Hoy por Hoy (Cadena SER) y de Informativos de Cuatro.
Las opiniones de Gabilondo acerca de la situación política en el País Vasco le han llevado a recibir amenazas por parte de la banda terrorista ETA. “Creo que hay unos amenazados oficiales y otros que no lo dicen tanto” aseguraba el actual autor del video blog de “La Voz de Iñaki”. En la película de Medem, Gabilondo hablaba del diálogo como una actitud, como un método, como una cadena de muchos eslabones. Se quejaba cómo estaba de satanizada la palabra diálogo. “Como menciones la palabra diálogo, eres amigo de ETA y estás con el terrorismo”, se quejaba.
Aunque el terrorismo en España llevaba unos años condicionando la vida de decenas de profesionales de la información, fue el 14 de junio de 1998 cuando la Asociación de Periodistas Europeos (EAJ) expresaba su solidaridad con los periodistas españoles amenazados por la banda terrorista ETA.
En 2001 Reporteros sin Fronteras (RSF) y la Asociación Mundial de Diarios publicaban un informe con motivo de la celebración de "El Día de la Libertad de la Prensa" en el que se incluyeron una lista de enemigos de los periodistas. En ella figuraba, por vez primera, la organización terrorista ETA. Ese mismo año, fue cuando un enorme cartel de RSF situado en una céntrica calle de París, recoge el rostro de 30 “depredadores” de las libertad de expresión. El anagrama de ETA figuraba.
En el mes de mayo de 2001 el IPI (Instituto Internacional de Prensa) ponía de ejemplo a España. “La violencia sigue siendo parte de la realidad para muchos periodistas, algunos de los cuales han sido atacados por ETA”. Poco después la Asociación Mundial de Periódicos (WAN) y el Foro Mundial de Directores (WEF) denuncian que ETA constituye una amenaza a la libertad de expresión en el País Vasco y que intenta “instaurar un régimen de intimidación y miedo en los medios de información". La denuncian figura en un informe realizado después de que los responsables de ambas asociaciones visitasen el País Vasco el pasado mes de marzo. En él señalan que “la situación es grave, los riesgos son elevados y el peligro muy real”.
En 2011, Reporteros sin Fronteras colocaba en el número 39 entre 178 en su última clasificación mundial de la libertad de prensa en el mundo. En el informe de 2010 recordaba que ETA “siguió con su punto de mira en diversos medios de comunicación y profesionales, situación que, un año más, obligó a varias decenas de periodistas amenazados de muerte a vivir y trabajar con protección policial”.