EEUU ha hecho público que los soldados implicados en la muerte del cámara español de Telecinco, José Couso, fueron absueltos. Estas afirmaciones, pertenecientes al portavoz del Departamento de Estado, Phillip Crowley, tienen lugar la misma semana que el juez Pedraz ordenaba la busca y captura de los tres militares estadounidenses con el objetivo de que puedan ser extraditados a nuestro país.
30 jul 2010 l Leída 2.618 veces l 2 min l Compartir noticiaAdemás, el juez ha solicitado al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) autorización para desplazarse a Irak el próximo otoño y realizar una inspección ocular del lugar donde se produjeron los disparos que acabaron con la vida del cámara.
La decisión del titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 es consecuencia de la decisión del Tribunal Supremo de reabrir el caso por segunda vez, después de que fuera archivado por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que revocó el procesamiento de los tres militares.
A ese respecto, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España, FAPE, ha celebrado que esta institución haya estimado el recurso presentado por la familia y espera que la decisión ‘evite que la muerte de un compañero quede impune’.
Según el relato de hechos que consta en el auto dictado por Pedraz, los tres militares estadounidenses sabían donde estaba Couso, y que se encontraba en zona civil y ocupada por periodistas. Dada la "gravedad de los hechos imputados" y teniendo en cuenta que las autoridades de Estados Unidos no han cooperado hasta el momento, al no responder al ofrecimiento de que la comisión judicial se desplazara a Estados Unidos para tomarles declaración.
José Couso murió el 8 de abril de 2003 en el Hotel Palestina de Bagdad, junto a otro periodista, Taras Protsyuk, de Reuters, tras ser disparados por estos militares. Los cámaras llevaban grabando imágenes desde los balcones cuando un tanque americano, destinados a protegerles, atacó contra las terrazas del hotel. En el mismo, provocaron heridas graves a otros tres reporteros . El juez Pedráz rechaza que fuera un error, ya que era imposible confundir a los cámaras con francotiradores.
Este hecho, el presidente de la Asociación de la Prensa Madrileña, Fernando González Urbaneja, lo califica de “crimen de guerra”, quien ha insistido en que "la Administración de Estados Unidos debe una explicación a la familia Couso "por las "irregularidades" que, a su juicio, se cometieron. No obstante Urbaneja dice ser consciente de la complejidad de que se cumpla la orden de arresto del juez porque, Estados Unidos "no admite los crímenes de guerra y no cursa las peticiones de otros países en estas situaciones", por lo que cree que "es difícil que estos señores salgan de EE. UU.".